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10 Mandamientos Paella Valenciana

Debido a que muchos de nuestros clientes nos han llamado (después de recibir el catálogo y ser valientes de cocinar la receta) preguntándonos si la paella se come con cuchara o tenedor, si se le pone limón, si hay que esperarse a que repose antes de empezar a comerla, etc. Hemos decidido editar este manual para disfrutar plenamente de nuestra obra culinaria.

Es costumbre entre familiares y amig@s, el comer la paella directamente del caldero (recipiente donde se cocina la paella) y, como todo, requiere de unas reglas básicas. Si a usted le ponen un plato de paella delante, pues nada, a comérselo como quiera y ya está. Pero si usted come la paella en el caldero debe seguir estos 10 mandamientos:

1

Los comensales deben de estar distribuidos alrededor del caldero de forma equidistante. La paella es como una caja de quesitos en porciones, a cada comensal le corresponde solo el quesito que tiene delante.

3

Si el comensal quiere exprimir limón en su área, deberá tener autorización verbal de sus dos vecinos, a los que procurará no salpicar.

5

Si la paella está buena, el elogio al cocinero/a se hará de forma intermitente cada dos cucharadas durante toda la comida y continuamente se dirá en voz alta: «¡Xe que bona estaaaà!» (Traducción del autor: ¡Por Dios, que buena está!).

7

Se entiende que un comensal abandona cuando apoya la cuchara en el borde del caldero y dice: «Estic fart, ja no puc més!» (Traducción del autor: ¡Estoy lleno, ya no puedo más!) En ese momento su zona queda franca y puede ser ocupada.

9

Cuando se toca hierro con la cuchara, en las postrimerías de la comida, los valencianos se enfrentan al socarrat (arroz churruscadito pegado al fondo que hay que rascar para arrancar, y que para los sibaritas de la paella es el súmmum), es un momento glorioso donde el nerviosismo cunde y el frenesí es tal que aquello parece una prospección petrolífera. Los que no participan en el festín deben relajarse y esperar el postre.

2

El cubierto oficial es la cuchara de madera o metal.

4

La comida empieza cuando el anfitrión/a de la casa donde se va a comer dice: «Vinga que és gela l’arròs!» (Traducción del autor: ¡Venga, que se enfría el arroz!).

6

Los tropezones que hay en cada porción del quesito son propiedad del comensal titular de ese espacio, y si algún elemento integrado en su zona no es de su gusto, lo depositará delicadamente en el centro de la paella para que lo disfrute otro comensal. Si alguien invade el espacio de otro comensal sin permiso será amonestado, y como no haga caso, a la segunda oirá aquello de: «eres un poc… #!@*¡?!#» (Traducción suavizada del autor: Eres un poquito malandrín ¿no?) y tendrá que pagar los carajillos. Las piezas de carne cuando salen de la paella no pueden volver, ni por partes, ni en los huesos.

8

Queda terminantemente prohibido girar el caldero para acceder a otro punto donde aún queda condumio (entiéndase arroz, carne o lo que sea comestible), salvo que el resto de comensales ya hayan abandonado. Si la paella baila alguien deberá coger del asa para estabilizarla. El/los comensales que se ocupen de este cometido recibirán elogios del resto, que se emplearán a fondo para mantener siempre llena la copa de vino de los esforzados-estabilizadores durante toda la comida.

10

La comida termina cuando todos los comensales se retiran o ya no queda nada en la paella, señal indiscutible de que estaba buenísima o había mucha hambre.

El equipo Nurimar les desea ¡buen provecho!